Se rompió la racha de imbatibilidad del Sector que no perdía un partido desde el 15 de Febrero, en la temporada pasada, cuando cayó derrotado en el campo de la P.B. Sant Vicenç. Después de estos 8 meses Los Molinos de Gavá han conseguido derrotar a los locales por cero goles a uno en un partido con árbitro extraño, por decir algo, y en el que la suerte no estuvo de cara para la Montserratina.
Partido en casa contra Los Molinos de Gavá, buen equipo con caras conocidas por todos nosotros por la cercanía de la ciudad, y que iba a empezar con una condición extraña por parte del árbitro. En la revisión se presentan las fichas por orden de dorsal, como dijo el árbitro de la semana pasada que se tenía que hacer, y el señor colegiado dice que los once primeros son los titulares. Por más que se le intenta explicar el tema el de negro no atiende a razones, y claro, ante normas surrealistas, soluciones surrealistas. Empiezan el partido los once dorsales primeros, que no era la alineación pensada por el míster, y a los 10 segundos se pide el cambio y entra la alineación planeada. Medio equipo fuera, medio dentro.
No sé cual es la norma, pero los árbitros debería ponerse de acuerdo para no estar mareando a los delegados de los equipos y que luego pasen estas cosas.
Bueno, después de la patochada, nos disponemos a jugar este partido que se antoja complicado, ya que Los Molinos es un buen equipo con oficio en primera y con gente que lleva muchos años en el equipo.
Los primeros minutos son de tanteo y los dos equipos se muestran cautos, aunque nosotros intentamos llevar la iniciativa, como siempre que podemos. Ellos presionan tímidamente pero el balón se mueve por la linea defensiva rápidamente de lado a lado para mover al equipo contrario. El medio campo está mas dubitativo en estas labores, pero no perdemos el balón.
Nuestros intentos por llegar por la banda son infructuosos, aunque nuestros laterales casi viven en campo contrario, no logramos crear demasiado peligro.
Le mayor peligro llega por el medio, combinando desde banda hacia dentro en diagonales, para habilitar a nuestros delanteros. Nuestra ocasión más clara fue en una de estas jugadas que le llega un balón a Miguel que se queda delante del portero, chuta con potencia, pero al muñeco. El portero salva el gol con la cara.
Teníamos el dominio del partido y ellos apenas inquietaban. Algún tímido chute lejano, pero insuficiente para inquietar a Sergio.
Arriba tenemos remates de Choco, una falta que Fran se anima a tirar y casi llega a la piscina, y poco más.
La segunda parte empieza algo mas embarrada e incómoda. El equipo contrario está casi en su totalidad en nuestro campo cuando atacan y nos presionan arriba con muchos efectivos. Nos hacen recular y lo pasamos mal. Algunos despistes, algunos errores de cálculo que hacen que les regalemos ocasiones de peligro.
Cuando peor lo estábamos pasando, en el minuto 73 llegaría el gol rival en una jugada en que nos hacen uno dos contra uno y acaban rematando al fondo de nuestra portería sin que Toni pudiese hacer nada. Cero a uno y toca apretar los dientes si queremos llevarnos algún punto.
A todo esto, el árbitro, que tenía ganas de marcha, iba a lo suyo. Sacando amarillas por cosas absurdas como hacer un cambio sin decirle exactamente qué jugador entra, por decir a un compañero "dejar al arbi, que se ha equivocado, no pasa nada", y no dejar sacar de banda a un jugador recién ingresado al terreno de juego. Decía que la norma es así. Yo la he buscado y no la he encontrado.
Nos vamos arriba con todo, queremos marcar. Dejamos tres defensas en los últimos diez minutos, y empezamos a asediar el marco contrario. Aquí llegarían nuestras mejores ocasiones y las polémicas. Miguel chuta desde el borde del área grande un disparo durísimo, da en el larguero, pica abajo medio metro dentro de la línea de gol, vuelve a subir arriba y sale por culpa del efecto. Gol fantasma que el arbitro no concede. A los dos minutos Rafa penetra por el centro, pisa área y es derribado por dos defensores. Penalti claro no pitado.
Seguimos jugando con la indignación en el cuerpo y tenemos dos ocasiones más donde su portero salva remates a dos metros de su cuerpo, haciéndose grande cual portero de balonmano.
No hay ocasión para más. El colegiado pita el final del partido y nos vamos con poca recompensa para lo que habíamos hecho. Creemos que merecíamos más.
El árbitro, malo y caprichoso, enfadó a todos. A los locales y a los visitantes. No perdimos por su culpa. Aunque nos dejó de pitar un penalti y un gol, que hasta el portero rival reconoció al final del partido, no perdimos por eso. Tuvimos nuestras ocasiones y no tuvimos suerte. Tampoco hay que quitar mérito a los porteros rivales que hicieron paradones. Eso sí, ojalá no nos vuelva a arbitrar este señor, por que su interpretación del fútbol dista mucho de lo que entendemos la mayoría de personas, ya sean jugadores o árbitros.
Sólo queda felicitar a Los Molinos, buen equipo y mejores personas por haber peleado esos tres puntos y haber competido con deportividad en un partido apasionante a pesar de todo.
domingo, 5 de octubre de 2014
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1 comentarios:
Otra vez jugamos con inferioridad en el centro del campo y nos acaba penalizando, siempre había uno o dos jugadores visitantes sólos por zona central y nuestros medios corriendo como pollos sin cabeza con la sensación que no eran útiles dichas carreras pues el rival siempre encontraba un apoyo solo por más que se presionara. El que gana la batalla en el centro del campo tiene el control del partido y casi siempre la victoria pero jugando con uno o dos jugadores menos por esa zona es imposible salir victorioso en la batalla por dominar el juego.
Bajo mi punto de vista y mi forma de ver el fútbol se tuvieron los mismos fallos que el finde pasado, pero no hay que ponerse nervioso, intentar corregir si es que el entrenador a visto cosas a corregir y seguir con esa entrega y ganas, pues se nos notan menos las diferencias tanto técnicas como tácticas.
Por último y esto es lo que menos entiendo estos dos últimos partidos, en el vestuario el míster dice de salir con dos delanteros jugando en vertical el uno del otro en fase defensiva, que uno se baje a la media para entendernos, después en el partido desde el minuto 1 juegan en horizontal pendientes cada uno de un central, ahí es donde empieza a perderse la batalla del medio campo...
Ánimo que la semana que viene tenemos derby y hay que salir victoriosos.
Ánimo Sector!!!!!
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